Si estás pensando en cultivar marihuana, lo primero que debes de saber es que este tipo de planta es algo delicada, y que requiere de ciertos cuidados especiales para evitar que se marchite, además de para lograr un nivel de producción aceptable.
Los factores más importantes que se han de sopesar son la humedad, la temperatura y la concentración de CO2 del ambiente.
Un controlador de temperatura es un aparato muy práctico que nos permite controlar estos dos factores.
¿Qué es y para qué sirve?
El funcionamiento de un controlador de temperatura y humedad cultivo interior es bastante simple: estos aparatos apagarán y/o encenderán los sistemas de ventilación (por ejemplo, el extractor o el aire acondicionado), lo que nos permitirá mantener las condiciones del entorno de la forma en la que cabría espera.
Aquellos que llevan ya algún tiempo metidos en este mundo saben la importancia que tiene controlar los valores de forma precisa. Y no siempre se puede estar en el indoor encendiendo o apagando el humidificador en el momento en el que baja la humedad, o enchufando la estufa cuando baja la temperatura.
¿Cómo funciona?
Existen diferentes tipos de controladores de temperatura y humedad para cultivos de marihuana, por lo que cada modelo puede funcionar de una manera diferente.
Lo más habitual es que se conecten directamente a la red. Son aparatos que constan de un enchufe en el que se conectarán todos los aparatos que vaya a controlar (por ejemplo, el humidificador o el calefactor que hemos comentado anteriormente). Dependiendo de si se necesita frío o calor, el aparato tendrá la capacidad para ajustarse a cualquier situación.
Los modelos digitales (los que encontramos hoy en día en el mercado), marcan los grados de temperatura máximos y mínimos. Los expertos recomiendan, a la hora de cultivar marihuana, trabajar con una temperatura mínima de 23ºC, y con una temperatura máxima de 28ºC (si la temperatura baja de este intervalo, o sube, la planta se podría estropear).
¿Y cómo es capaz de detectar estos valores el controlador de temperatura y humedad? ¡Muy fácil! A nivel interno constan de un termostato que medirá la temperatura de la sala, siendo capaz de poner en marcha el aparato que hayas conectado.
Por ejemplo, vamos a suponer que estás cultivando maría en invierno, siendo lo más lógico conectar un calefactor en estos casos. El aparato detectará el momento exacto en el que la temperatura baje de los 23ºC, haciendo que se conecte el calefactor. En cambio, si la temperatura sube por encima de los 28ºC, desconectará el aparato de climatización.
Ahora supongamos que estamos en verano, conectando en este caso el aparato de aire acondicionado. Si la temperatura del entorno sube de los 28ºC, el aparato de AA se conectará para reducirla. Si baja de los 23ºC, el controlador de temperatura y humedad para cultivo interior desconectará el sistema de aire acondicionado, permitiendo que la temperatura suba de nuevo.
Algunos modelos nos permiten controlar no sólo la temperatura y la humedad, si no también el ventilador y el extractor (aunque el coste de los mismos puede ser algo elevado). También podemos jugar con este aparato para que controle la iluminación que recibirá la planta; cómo ya sabes, dependiendo del momento de desarrollo en el que se encuentre, necesitará una mayor cantidad de luz y un color diferente. Este sistema puede ser muy práctico en este caso.
Hazte con un buen controlador de temperatura y humedad y estarás seguro/a de que tu cultivo siempre estará en las mejores condiciones, además de minimizar la posibilidad de que algo salga mal.
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