Aeropónico
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La aeroponia es un proceso de cultivo de plantas en un entorno de niebla. La principal diferencia con otras técnicas de cultivo es que no se hace uso del suelo; se puede sumergir la raíz de forma parcial o totalmente en una solución nutritiva. Es una técnica muy avanzada y algo más compleja que los sistemas hidropónicos tradicionales.
Un sistema de cultivo aeropónico funciona muy bien con plantas enraizadas, y al mismo tiempo es una solución óptima para trabajar con esquejes.
Si estas son tus necesidades, te recomendamos que investigues sobre todo lo necesario para implantar tu propio sistema aeropónico; te darás cuenta de que la inversión no es muy elevada.
Un sistema aeropónico de marihuana es muy sencillo de manejar, y se adapta a las necesidades de cultivo de cualquier usuario. Es decir, que se puede implantar tanto en un sistema grande, cómo en uno a escala más reducida.
Las raíces se verán desarrolladas en un sistema cerrado y oscuro, por lo que evitará que se generen las tan temidas algas.
Otra de las ventajas de este tipo de cultivo es que se logra una óptima aireación del microambiente radicular que necesitan las plantas para sobrevivir. Este hábitat logrará que se produzca un crecimiento vigoroso de las raíces.
Si lo que te preocupa es el consumo de agua, en un cultivo aeropónico se considera que este consumo es muy reducido en comparación con los sistemas hidropónicos. Al mismo tiempo, el consumo de nutrientes es muy bajo.
Echando cuentas, se logra un mayor rendimiento por cada área y por cada planta.
Sin embargo, cómo en cualquier sistema, siempre habrá algunas desventajas que habrá que considerar antes de decantarnos por él:
Aunque si bien es cierto que el consumo de agua es bajo, el coste de la instalación será alto. Este coste sólo se tendrá que abonar la primera vez. Pero, aun así, echa para atrás a muchos usuarios.
Requiere de conocimientos muy altos por parte del cultivador. Por ejemplo, si no se maneja correctamente la solución nutritiva que se está utilizando, esto podría afectar a la producción total del sistema.
Además de todo lo anterior, también requiere de un control mucho más elevado. Si descuidamos la higiene podrían llegar a infectarse las raíces de las plantas de bacterias y hongos.
Para mantener correctamente un sistema de cultivo aeropónico, habrá que contar con los siguientes elementos:
El contenedor es cualquier recipiente que se pueda usar para cultivar plantas siguiendo un sistema hidropónico. La única particularidad es que el contenedor tiene que ser impermeable al agua (esto puedes conseguirlo forrándolo con plástico de color negro del calibre 600). AL mismo tiempo, el tamaño debe de ser el correcto para albergar las plantas.
El sistema requerirá un equipo de pulverizaciones/nebulizadores/rociadores o cualquier otro aparato que ayude a crear una niebla fina de solución. Y es que sólo así las raíces recibirán los nutrientes que necesitan.
Además, la solución que se utilice debe de ser soluble, fácil de distribuir y de absorber. Sólo así lograremos que el sistema aeropónico sea un éxito y que las plantas de marihuana crezcan cómo cabría esperar.
Ahora que ya conoces todas las ventajas y el equipo que necesitas, tan sólo tienes que ponerte a echar números. Al final concluirás en que merece la pena hacer el cambio.