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El sustrato de lana de roca es un producto que se suele emplear en los cultivos sin suelo. Se empezaría a usar en Dinamarca aunque, debido a su éxito, no tardaría a extenderse a lo largo de los Países Bajos.
A día de hoy se considera uno de los sustratos más utilizados, sobre todo cuando nos referimos a cultivos exóticos, cómo un cultivo de marihuana.
Está compuesto por un 60% de diabasa, por un 20% de carbón de coque y por un 20% de piedra caliza. Estos componentes se mezclan a una determinada temperatura para dar como resultado unas fibras de 0,005m de grosor, muy finas. Además, dependiendo del tipo de producto, también se utilizan otros materiales para equilibrar la mezcla.
La lana de roca como sustrato es un material muy usado en España. Su principal característica es su gran poder de retención agua libre (la planta la puede asimilar sin ningún problema), incluso llegando a superar el 95%.
La planta de cannabis se puede asentar sobre este sustrato durante largos periodos sin necesidad de volverse a regar durante los mismos.
Ahora bien, tiene una baja capacidad tampón; esto significa que requiere de un mayor control por parte del jardinero. Habrá que controlar tanto el agua de riego, cómo los nutrientes que se van a utilizar.
En el caso de que el cultivador no tenga experiencia suficiente en este ámbito, lo mejor que puede hacer es decantarse por el sustrato de toda la vida, y esperar a adquirir mayores conocimientos antes de atreverse con esto.
Hay bastantes diferencias entre usar el sustrato de lana de roca para cultivar en interiores y en exteriores.
En el interior es mucho más fácil controlar las condiciones del medio. El PH debe de quedar estabilizado en 5.5 teniendo una EC inicial comprendida entre 0.5-0.6. Durante esta semana habrá que proceder con dos riegos de 1 minuto cómo máximo, con una dosificación de 60-70 ml por cada planta.
Cuando llegue la primera semana de floración, mantendremos el PH a 5,5 y poco a poco lo haremos fluctuar hasta llegar a los 5.8 y luego hasta 5.9.
El problema de los cultivos de exterior es que son muy variables; si las temperaturas son muy intensas, el riego se tendrá que adelantar. Si la humedad es muy elevada, entonces lo tendremos que retrasar.
La diferencia principal entre el sustrato de lana y el sustrato de tierra es la capacidad para retener el agua. Este primero tiene un gran poder de retención de agua libre, lo que nos permite tener la planta sin regalar durante largos periodos.
Ahora bien, los nutrientes que tiene el sustrato de lana son muy escasos, o directamente no tiene, por lo que el jardinero tendrá que usar otros productos para conseguir el aporte que la planta precisa.
Estas son las características principales de este producto tan interesante para cultivar marihuana.
